Vladimir Babare
Nací en junio de 1949, y mis padres me bautizaron como Vladimir Nicolás, en algún momento luego de dar la PAA ingresé a la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile, donde transité por los talleres y salas del Museo de Bellas Artes, José Miguel de la Barra, Escuela de Diseño en la comuna de Cerrillos, Escuela de Artes Aplicadas en la calle Arturo Prat, cerrando este recorrido en el Pedagógico y la sede de las Encinas, desde donde salí convertido en Licenciado en Teoría e Historia del Arte. Posteriormente asistí a un plan básico de Filosofía en la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Tuve la suerte de ser alumno de Reynaldo Villaseñor, Iván Vial, Richard Parker, Grete Mostny, Sara Jarpa, Adolfo Couve, Jorge Elliot, Luis Advis, Gaspar Galaz, Juan Egenau, Milán Ivelic, Osvaldo Silva, Oreste Plath.
Dicho itinerario me permitió el encuentro con la Lógica y la Poética de Aristóteles, con el Príncipe de Nicolás Maquiavelo, el Discurso del Método de René Descartes, la Triplicidad dialéctica de Jorge Guillermo Federico Hegel, la Relatividad de Albert Einstein y Lo espiritual en el Arte de Wassily Kandinsky, entre otros.
Igual que Confucio, creo que “El silencio es la primera piedra del templo de la sabiduría”. Veo, asumo y analizó la realidad con una mirada llena de subdesarrollo, astigmatismo y presbicia.
He sido presidente de curso, capitán del equipo de fútbol, presidente de un sindicato, presidente de una corporación de bienestar, coordinador y director de escuela. No soy legionario de Cristo, no pertenezco al Opus Dei, no registro matrícula en ningún partido político, tampoco soy masón, magister ni doctor…, y he logrado sobrevivir.
Confieso haber integrado numerosas comisiones, haber comido galletas y tomado café.